Y como cambian las cosas... Sábado 28/02/15 a las 20:00h. Mamá ya tiene la cena preparada, que digo la cena...cena, mesa y todos en pijama. Mi planazo de esta noche era...hacer hamburguesas caseras de pollo, brócoli, puerro y zanahoria para cenar los tres juntitos. (estamos empezando con esta nueva rutina, para hacerla participe de nuestras comidas familiares) Y cuando digo planazo quiero decir PLANAZO, no sabéis la ilusión que me hacía jejejej.
20:05h Que pinta, que ricas van a estar, hoy escribiré un post contando el éxito de mis hamburguesas.
¿Me habrán quedado un poco secas? Su padre le acerca el agua, ella con su mano firme la aparta de un plumazo...Y sigue, aguaaaaaa, aguaaaaaaaaaaa. Los dos observando con cara de gilipollas y rápidamente con la ayuda de su dedo acusador pienso, está niña no quiere agua, quiere una naranja!!! Tengo un bebé adicto a las naranjas, le chiflan pero claro hoy ya se había comido tres entre desayuno y merienda así que ahora tocaban las hamburguesas de mamá.
Llora que te llora, apartaba el plato, yo creo q ya no las quería ni oler. Por supuesto no pensábamos forzarla a comer pero tampoco le pensaba dar la maldita naranja que había estropeado la idílica cena en familia jajajaja.
Os resumo... Hamburguesas comidas ella solita pero previamente también destruidas, desmigadas en el suelo, en la bandeja, en la cabeza y vete tu a saber donde me aparecerá el próximo trozo, todo esto después de un gran berrinche y teta de mamá modo vuelta a la calma.
Tengo que decir que sin estos ratitos todo sería muuuuy pero que muy aburrido.
Mañana para desayunar... ¿lo adivináis? Zumito de naranja para todos!!
P.D: como este post ha sido improvisado, mañana os cuelgo la parte III de mi aventura pre y post parto.
¡Buenas noches a tod@as!
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